El Tráfico de Influencias en Zempoala: El Pagador y el Ciudadano.

En plena campaña electoral de 2024, una vez más, Jesús Hernández se encuentra protagonizando una serie de decisiones que evidencian la falta de compromiso con el bienestar de los ciudadanos de Zempoala. Mientras la población se encuentra sumida en la incertidumbre y el descontento por la escasez de servicios y apoyos reales, Hernández parece seguir sus propios intereses: el tráfico de influencias y el pago de favores.

En lo que parece ser una estrategia maquiavélica, Hernández continúa favoreciendo a sus proveedores de materiales de construcción, buscando venderlos incluso a precios "reducidos" para deshacerse de su merma. Pero no se engañen, esto no es más que una forma encubierta de usura. El actual presidente municipal se ha convertido en un "pagador" de favores a su círculo cercano, sin importarle en absoluto las necesidades reales de los ciudadanos. ¿Por qué ofrecer materiales de construcción cuando lo que la gente necesita son soluciones reales y no más promesas vacías?

Jesús Hernández el tlapalero vende aspiradores y foset

"¡Vende todo! Menos lo que la gente realmente necesita..."

Esta estrategia parece tener una finalidad mucho más oscura. Mientras la campaña electoral se intensifica, Hernández no solo sigue manteniendo estos "favores" a su círculo cercano, sino que está claramente utilizando estos intercambios como una manera de asegurar que sus aliados continúen su ascenso al poder, aunque eso signifique sacrificar los intereses de los ciudadanos. ¿Y qué hace él por los verdaderos problemas de Zempoala? Prácticamente nada. Este juego de favores no es más que una fachada para seguir enriqueciendo a unos pocos a costa del bienestar colectivo.

No se puede ignorar que el tráfico de influencias sigue siendo una de las prácticas más comunes en los pasillos del poder local, pero lo que realmente asusta es que se haga de manera tan descarada en una campaña electoral, como si fuera un proceso legítimo de gestión pública. Hernández ha dejado claro que para él, el bienestar de Zempoala y sus ciudadanos no tiene la misma prioridad que el pagar favores y acomodar a sus amigos y proveedores en el poder.

Una Nueva Forma de Usurería en Zempoala

Sin lugar a dudas, la usura ha encontrado una nueva cara en Zempoala. Lejos de ser un modelo de gobernanza transparente, Hernández ha transformado la administración en una especie de mercado donde los favores políticos se pagan con bienes materiales y donde la necesidad del pueblo es vista como una oportunidad para seguir enriqueciendo a unos pocos. Las decisiones políticas no son guiadas por el interés común, sino por un entramado de intereses personales y económicos que solo benefician a los mismos de siempre.

Los ciudadanos de Zempoala merecen más que promesas vacías y favores disfrazados de ayudas. Necesitan soluciones verdaderas, acciones concretas y políticas públicas que no estén basadas en el clientelismo y la corrupción. Es hora de que alguien en el gobierno deje de pensar en los beneficios propios y comience a trabajar para el pueblo.

Bascula y soldadora inversa, material de construcción

"¿A quién le interesa una soldadora inversa cuando el pueblo necesita educación, salud y empleo?"

En resumen, mientras la campaña electoral avanza, el verdadero rostro de la administración de Hernández se sigue mostrando como una caricatura de lo que debería ser un gobierno responsable. Los ciudadanos no pueden seguir siendo ignorados mientras los favores políticos se siguen pagando con materiales de construcción que nadie realmente necesita. Esta es la cruda realidad de Zempoala bajo el liderazgo de Jesús Hernández. El "pagador" se está asegurando de que el precio de sus favores no sea un costo para él, sino para los ciudadanos que esperan algo más que promesas vacías.