La Extorsión Oficial: La Nueva Realidad para Emprendedores en Zempoala.

¿Seguridad para los Empresarios o para el Bolsillo de las Autoridades?

El reciente anuncio de la Dirección de Reglamentos y Espectáculos en Zempoala acerca de la entrega de placas de funcionamiento a diversos negocios suena a una medida positiva. No obstante, en un municipio donde la extorsión está a la orden del día, esta entrega no es más que una fachada para legalizar un sistema de cobros ilegales y amenazas. Si pensábamos que las extorsiones de los moteros eran lo peor, ahora nos enfrentamos a extorsiones de la propia administración, que convierte la apertura de un negocio en una pesadilla burocrática.

La dinámica es simple: paga o enfréntate a lo peor. Las autoridades locales han adoptado una postura de “pago obligatorio” que se manifiesta de múltiples formas. Si no cumples con las cuotas y los pagos, el resultado no es solo la cancelación de permisos, sino amenazas veladas de intervención por parte de la policía, el ejército, o cualquier otro cuerpo de seguridad que pueda resultar conveniente para hacer sentir el peso del poder. Y por si fuera poco, todo esto se acompaña de multas, cargos adicionales y hasta la posibilidad de enfrentar la cárcel. Es un círculo vicioso donde la extorsión no solo proviene de los delincuentes en las calles, sino también de los que deberían velar por el bienestar de la comunidad.

El Emprendedor: ¿Un Blanco Fácil para la Corrupción?

A lo largo de los años, la administración de Zempoala ha presentado la idea de que facilitar el emprendimiento es parte de su plan para impulsar la economía local. Pero, ¿realmente está ayudando a los emprendedores o simplemente está alimentando un sistema de corrupción institucionalizada? La realidad es que muchos de los empresarios se ven obligados a pagar las cuotas para que su negocio pueda operar, sin importar si tienen los recursos para hacerlo. Las amenazas son claras: si no pagas, te arruinarán.

Ciudadana bien rica sabrosa y trabajadora, obligada a pagar su cuota

"Aquí tenemos a la ciudadana , obligada a pagar su cuota."

Las historias de empresarios locales que han sido víctimas de esta extorsión son cada vez más comunes. Muchos se sienten atrapados, incapaces de abrir o continuar con su negocio sin ser explotados por aquellos que, paradójicamente, deberían estar promoviendo su desarrollo. El municipio debería estar facilitando los trámites y ofreciendo apoyo, no imponiendo barreras económicas que solo favorecen a unos pocos.

La Cara Oscura de la "Seguridad" en Zempoala

Es irónico cómo la “seguridad” en Zempoala se presenta de una forma tan disonante con la realidad. Mientras el municipio habla de entregar placas y regularizar negocios, lo que realmente está sucediendo es un sistema de coerción donde el gobierno municipal se convierte en un nuevo eslabón en la cadena de extorsión. Los empresarios deben pagar por la "protección" o enfrentarse a consecuencias que podrían destruir todo su esfuerzo. En este contexto, la presencia de la policía y el ejército no es para velar por el bienestar de los ciudadanos, sino para mantener el control sobre el dinero que, bajo amenazas, fluye hacia las arcas municipales.

La Hipocresía Detrás de la “Legalidad”

Este sistema, que se presenta como una solución a la informalidad, no es más que una forma de legalizar lo que, en muchos casos, es pura extorsión. ¿De qué sirve abrir un negocio con todos los permisos si los costos para hacerlo se convierten en una carga insostenible? ¿Por qué los emprendedores deben ser tratados como criminales desde el momento en que deciden iniciar su camino económico? La solución no está en recaudar más dinero a costa de la legalidad, sino en crear un ambiente donde los negocios puedan crecer sin tener que temer a la intervención de aquellos que deberían ser sus aliados.

Placas de funcionamiento para negocios en Zempoala

"¡Ya tienes tu placa, pero seguro que no dormiste tranquilo!"

Un Llamado a la Reflexión

La administración de Zempoala debe reflexionar sobre las prácticas que está llevando a cabo. Si realmente quiere apoyar a los emprendedores, necesita dejar de lado la extorsión y centrarse en crear un sistema justo y transparente que permita a todos operar en igualdad de condiciones. Mientras tanto, el municipio seguirá siendo un lugar donde, bajo el disfraz de “regularización”, la corrupción y las extorsiones continúan siendo la verdadera norma.