En un mar de secretarias pendejas en fila: Un pisapapel, tras otro.

La Coordinación General Jurídica se ha caracterizado por no ofrecer atención y asesoramiento a la ciudadanía en trámites que van desde licitaciones hasta pagos de impuestos, y no es ningún secreto que la ineptitud prevalece cuando más se necesita. ¿Cuántas veces hemos acudido, supuestamente, en busca de ayuda solo para que nos manden al carajo? El sistema parece estar diseñado para molestar a la gente, no para asistirla. El personal de estas áreas no solo es indiferente, sino que suele jugar a ser superior, riéndose de quienes no tienen otra opción que esperar, a menudo por horas.

Por supuesto, siempre hay una imagen de "trato amable" cuando toca la foto. Los empleados simulan ser educados, pero basta con ver la realidad en el día a día: largas esperas, falta de respeto y total indiferencia hacia las necesidades de la gente. Para una licitación, un certificado de radicación o incluso la simple solicitud de agua, la respuesta suele ser un muro de incompetencia. Las filas, que parecen interminables, no hacen más que resaltar el verdadero rostro de un servicio que no está dispuesto a servir.

Mujer burocrata atendiendo mal a un ciudadano en discapacidad

"Aquí no se atiende a cualquiera".

La Ineficiencia en el "Departamento de Quejas"

Si alguna vez te acercaste al "Departamento de Quejas", sabes perfectamente de qué hablo. Es una parodia de atención al ciudadano. En lugar de escuchar y ayudar, el personal se dedica a ignorarte o a descalificar tus dudas con una actitud que denota todo menos profesionalismo. ¿Realmente se trata de un servicio público que se debe a la ciudadanía, o estamos ante una farsa que solo existe para justificar una estructura burocrática costosa e ineficaz?

Una Espera Insoportable para Trámites Simples

El proceso es siempre el mismo: llegas con la esperanza de que al fin tu problema será resuelto, solo para darte cuenta de que tu presencia es una molestia. Te envían de un lado a otro, como si te estuvieran pasando de una estación a otra en una mala cadena de montaje. El trámite que debería durar minutos se convierte en horas de espera, porque al personal no le importa. Mientras tú estás allí, observando como el tiempo se pierde, ellos continúan con su ritmo de indiferencia.

Si se trata de algo relacionado con la obtención de información sobre licitaciones o servicios, la respuesta es la misma: desdén. La administración se presenta como un campo de batalla donde el que más resiste, obtiene lo que necesita. Pero esto no es nada más que una fachada que cubre el maltrato al ciudadano que paga por estos servicios.

Para Sintetizar

El sistema sigue siendo ineficaz, inhumano y profundamente desorganizado. Lo peor de todo es que no parece haber un cambio en el horizonte, ni una reforma real que permita mejorar la atención a los ciudadanos. Es una triste realidad que se vive cada día, donde la incompetencia y la indiferencia son las protagonistas. Los ciudadanos merecen algo mejor que esta farsa burocrática. La pregunta es: ¿quién tomará las riendas para cambiar esta situación que parece no tener fin?