¿Mensaje oculto o simple distracción?

El misterioso reaparecimiento del JJ Hernández: ¿Qué se esconde detrás de una felicitación?

Después de meses de silencio absoluto, Jesús Hernández Juárez —el exalcalde de Zempoala y actual "secretario interino" de dudosa visibilidad— ha reaparecido en redes sociales. No para rendir cuentas, no para hablar de los proyectos pendientes, ni mucho menos para explicar su repentina evaporación del mapa político. No. Su gran reaparición ha sido una publicación que parece inofensiva, pero que levanta cejas por donde se le mire: una imagen acompañada del mensaje “Felicidades ahijada Nadia, tú puedes con todo.”

A simple vista, podría parecer un gesto entrañable, incluso familiar. Pero cuando consideramos el contexto —meses de desaparición pública, una administración bajo sospechas, y una cercanía comprometedora con Francisco Sinuhé, a quien muchos acusan de gobernar Zempoala tras bambalinas—, el post se convierte en algo más: un símbolo de evasión, de frivolidad, y de una total falta de respeto por la ciudadanía que alguna vez lo eligió.

¿Por qué volver justo ahora? ¿Por qué con una felicitación privada y casi irrelevante desde una perspectiva institucional? Lo que resulta aún más inquietante es la imagen misma: JJ Hernández aparece visiblemente demacrado, con una expresión que refleja tensión, desgaste, y quizás el peso de ser un funcionario invisible, reducido a la sombra de Sinuhé. ¿Es este su castigo? ¿Es esta su penitencia política: desaparecer sin desaparecer del todo?

Sí, es bastante raro. Desde un punto de vista comunicativo y político, que alguien como JJ Hernández, tras meses de total silencio y con un historial tan comprometido —después de salir de la presidencia de Zempoala para convertirse en el “secretario interino” de Sinuhe—, reaparezca no con una rendición de cuentas, una postura, ni una declaración pública, sino con una felicitación personal a una ahijada que no tiene relevancia pública ni política, es por decirlo suave, insólito.

Cuando un personaje político guarda silencio durante meses tras dejar el cargo, suele haber dos razones: una estrategia de repliegue o un intento de mantenerse fuera del escrutinio por alguna situación comprometedora. Y eso, en este caso, no fue acompañado de transparencia ni actividad institucional real, sino de un rol de sombra.

Reaparece justo cuando comienza a evidenciarse su papel como "funcionario fantasma" de Paquito Sinuhe. En lugar de enfrentar críticas o hablar de gestión, se escuda tras una foto emocional, posiblemente para suavizar su imagen o cambiar de tema. Eso en sí es un intento torpe de desviar la atención sin enfrentar nada.

La banalidad del contenido: Que alguien reaparezca después de meses solo para decir “Felicidades, ahijada, tú puedes con todo” cuando tiene encima una carga de cuestionamientos públicos... no es inocente. Es como si no entendiera (o se burlara) del contexto en el que está inmerso. Como si dijera: “Miren, aquí sigo, pero no me interesa rendir cuentas”.

Si analizamos visualmente, se nota un JJ más demacrado, probablemente por la presión de moverse en la sombra, sin oficio visible, sin legitimidad clara. Y aun así, opta por subir una foto pública, como si fuera una postal de normalidad, mientras en realidad está oculto del escrutinio público.

En resumen: sí, es raro, y más que raro, es sintomático. Muestra que su estrategia de reaparecer no está basada en la ética política ni la responsabilidad, sino en el uso emocional de la imagen para distraer, blanquearse simbólicamente y aparentar cercanía humana cuando lo que debe es dar explicaciones institucionales.

En lugar de informar sobre su paradero, su rol actual o los desafíos administrativos, nos lanza una foto con su ahijada, como si eso fuera un acto de transparencia. Resulta sospechoso, incluso insultante, que su regreso a las redes sea para mostrarse en un contexto personal, sentimental, mientras el municipio sufre de inseguridad, desorganización y una constante incertidumbre sobre quién toma realmente las decisiones.

JJ Hernández con su ahijada (junio 2025)

"La gran reaparición... en modo tío cariñoso mientras la casa arde"

¿A qué se debe este uso tan superficial de su espacio público? ¿Está intentando redimirse humanizándose? ¿O simplemente quiere que olvidemos su papel en una administración cuestionada y opaca? Resulta lamentable que un exfuncionario que se ausentó de su deber, sin dar explicaciones formales, vuelva con una publicación que bien podría estar sacada de un perfil personal y no del de alguien que manejó la administración de un municipio entero.

Pero no termina ahí. Otra imagen lo delata aún más: en septiembre de 2024, JJ Hernández apareció en el “Salón de la Fama” de los expresidentes municipales, en una especie de auto-homenaje ególatra que raya en lo absurdo. ¿Qué méritos se celebran aquí? ¿El haberse desvanecido del mapa político como si nunca hubiera existido?

JJ Hernández en el Salón de la Fama de expresidentes (septiembre 2024)

"Cuando no te aplauden, te montas tu propio altar..."

Es tiempo de exigir más a quienes ocuparon cargos públicos, aunque ya no estén en funciones visibles. Su responsabilidad no desaparece con el cargo. Reaparecer en redes sociales con mensajes emocionales y superficiales no es suficiente. JJ Hernández tiene muchas explicaciones que dar: su cercanía con Sinuhé, su rol fantasma como “secretario interino”, su nula presencia institucional durante meses. Y, sobre todo, su aparente desprecio por la rendición de cuentas.

La ciudadanía no necesita selfies ni frases de autoayuda. Necesita transparencia, compromiso y funcionarios que no se escondan en los rincones oscuros del poder. JJ Hernández ha vuelto, sí. Pero no como debería.

Vive le Québec! Bonne fête nationale!
⚜️💙🤍 Bonne Saint-Jean! ⚜️💙🤍